DIETARIO DEL RESTO DE UNA VIDA (trigésima primera entrega)

Marzo 2 de 2023, jueves, 10:55 a.m.:

Recta final. A veintinueve días de ponerle punto final a este mamotreto, ando pensando en cuál podría ser una terminación literariamente aceptable y atractiva. Aunque pensándolo mejor, no tiene por qué ser ni lo uno ni lo otro. Un diario como este, sobre el resto de una vida, se sigue viviendo así no se escriba más. ¿Hasta cuándo? Tal vez ni la muerte sea realmente un final, sino el comienzo de alguna ilusión aborrecible.

He de precisar que hay cosas que haré después y que no he hecho durante la escritura de este libro, y otras que no se repetirán, como lo de negociar pliegos sindicales, pues me faltan pocos meses para adquirir la calidad de pensionado. ¿Calidad? Bueno, es un decir.

Esto del sindicalismo es absorbente, sigo en la discusión e integración de pliegos de solicitudes. Uf, qué lío, no ha empezado como tal el proceso de negociación y el agotamiento, tanto físico como psíquico, ya es tremendo.

2:30 p.m.:

Urgencia odontológica. Desde el lunes con un intenso dolor de muela, lidiándolo hasta hoy con analgésicos. Viaje a Sahagún para tal fin. En sala de espera. Llega el odontólogo, es amigo, gentil como siempre, me abrió espacio en su agenda, me hace pasar. Diagnóstico: hay que hacer tratamiento de conducto. Empezamos. Una hora después salgo de su consultorio, liberado por fin de ese infernal dolor. Dos citas más la semana entrante. Aún no acaba el suplicio.

Marzo 4 de 2023, sábado, 11:42 p.m.:

Increíble que en el último mes de este libro haya escasez de registros y muy pocas ganas de escribir. Pero con diez mil cosas en la cabeza es imposible concentrarse. Quizá sea este el mejor final: no escribir ni una sola letra más. O no tiene por qué haber un final. Que quede, de repente, interrumpido, o mejor, en suspenso. Para que la vida prosiga en su gran anonimato.

Llamada por celular de mi hijo FJ poco antes de las 7 p.m. Casi dos horas conversando. Qué alegría hablar con él, escucharlo y sentirlo tan cerca. Promesa recíproca de encontrarnos pronto en Santa Marta. Recorrer el centro histórico, visitar tabernas, ir a Taganga. La vida es dura para todos, pero para un padre y un hijo que se respetan y quieren siempre habrá una oportunidad de regocijo.

Hoy murió en Montería Germán Correa Salleg, editor del primer poemario de Raúl Gómez Jattin titulado Poemas. Escribo y publico un texto sobre él en Facebook. Me editó un libro muy querido, Cuando la muerte ama, y el poemario La luz brilla en las espinas, texto póstumo de Enán Burgos Perdomo, mi padre, publicado en diciembre de 1991, cinco años después de su muerte. Triste desenlace el de Germán, por razones que no viene al caso comentar. Copio y pego aquí un fragmento de lo escrito: “La vida no es fácil para nadie. Los caminos se tuercen, el destino nos termina llevando muchas veces a finales que no hubiéramos querido…”. Pionero en la edición de libros de autores cordobeses. La literatura del Sinú le debe a Germán Correa Salleg tributo y gratitud. Paz en su tumba. Y brille para él la luz psicodélica.

Marzo 5 de 2023, domingo, 11:54 a.m.:

A las 3 p.m. será el sepelio de Germán. Asistiré.

2:18 p.m.:

No me conocía estas dotes de gestor cultural. El poeta Denis se nos bajó del bus, fue idea suya lo del recital, pero con Alonso Mercado habíamos acordado hacer el par de eventos con él o sin él. Sitios conseguidos, días y horas fijados, el jueves a las 7 p.m. en la Biblioteca Pública Municipal de Cereté y el viernes a las 8 p.m. en El Boga Centro Cultural de Montería. Recital poético-musical En desconcierto. Así lo denominamos. Alas Leonardo y alas Fermín estarán a cargo de la parte musical. Alonso, Sommer M. y yo nos defenderemos en lo otro. Volver a leer poesía después de tanto tiempo es todo un desafío. Ya me metí en este cuento y ni modo de zafarme, Alonso se muestra entusiasmado, manifiesta haber sentido en su patio de El Retiro una rara energía la noche antes de yo escribirle, nadie nos tiene en cuenta en esta ciudad que se precia de poseer un ostentoso río de libros, así que sacar avante nosotros mismos esta descomunal locura es una irreverencia del carajo. ¿Predestinación?  No lo dudo. Aquí hay mano poética y divina, algún dios travieso e irónico quiso que Alonso y yo nos juntáramos para conspirar con el universo, entre la cordura y el delirio.

6:16 p.m.:

Regresando del cementerio. ¿Para qué palabras? Ausencia del medio cultural. Flores sobre el ataúd a medida que este desciende, lágrimas contenidas para despedir al editor, al excuñado, al hombre que acabó sus días surcando el deterioro.

Marzo 6 de 2023, lunes, 7:54 a.m.:

Me pierdo en todas las ciudades que recorro en mis sueños.

Marzo 11 de 2023, sábado, 11:32 a.m.:

Semana movida en lo laboral, en lo sindical y en lo cultural. Lunes y martes en lo del tratamiento odontológico, el miércoles por la tarde cita de neurología, jueves por la tarde reunión sindical en Bogotá a la que no pude asistir debido a los compromisos culturales adquiridos, jueves y viernes dos recitales nocturnos para nunca olvidar, todo un verdadero desconcierto. El de anoche, en El Boga, sin libreto alguno, el evento nada que empezaba y terminé siendo también su presentador, desenfreno total, poesía y música haciendo de las suyas, informalidad y precipicio, historias, recuerdos, críticas, y al final micrófono abierto, el amigo Jorge B. entre los asistentes, lo hacíamos lejos, en territorio guajiro, lo invité al patíbulo, soy, a lo sumo, un poeta no oficial, no he publicado una mierda, nos dijo, y leyó un poema de un niño que hace cinco años le tocó la puerta. Después de estos dos días de desorden cultural entendí por qué sostiene que Alonso, más que poeta, es un profeta. Este despelote que somos culturalmente Alonso y yo continuará su trámite, nos espera Cartagena, la casa de poesía del Tuerto, me informa Alonso. ¿Por qué no?, sigamos, le respondo. Me despido de él, lo abrazo, le agradezco, lo acolito, Jorge B. se lo lleva de parrillero en su moto rumbo a la calle 41 para embarcarlo hacia Cereté. Viéndolos alejarse se me ocurre que Alonso, creador de ensoñaciones y de infiernos, más que profeta es brujo.

FRANCISCO BURGOS ARANGO (FBA)

(continuará)

Comentarios