ENTRE LA MUERTE Y LA VIDA

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Diciembre 24, sábado... Buen día para lanzar en este blog (ayer se lanzó en Facebook) el video de esta nueva canción de mi cosecha atípica. Mi regalo decembrino para familiares, amigos, lectores y contactos, en especial para quienes aprecian mi forma de hacer arte tanto en lo poético y literario como en lo musical.

Cada vez compongo alejándome más de lo comercialmente en boga. No sé si esto sea bueno o malo, pero así me nacen las cosas, pensando más en el producto estético en sí mismo que en lo que pueda suceder con él: si lo graban o no, si suena o no, si gusta o no, si tiene éxito o no…

Podría hablarles sobre esta canción, pero prefiero que sean ustedes, sin mi injerencia, los que saquen conclusiones, sean las que fueren, a favor o en contra. Lo único que les cuento es que tiene sus claves y secretos. Nada fácil de digerir, supongo. La abstracción es marca de la casa, y de ahí que un amigo vallenato me dijera una vez que mis canciones parecen hechas por un extraterrestre. ¡Lo soy! Un espécimen raro, en palabras de otro amigo.

Mi tierra natal está ahí, pero no lo está, no al menos de la forma como suele estar en las canciones festivaleras y premiadas que atañen al terruño. No es lo mío ensalzar con lugares comunes la región en la que nací y pervivo. Huelgan los comentarios.

Gracias a su productor, Marcos Ochoa, de “Conozcamos lo Nuestro”, por su iniciativa y esmero, presto a contribuir al máximo.

Gracias a los amigos que salen en el video por acompañarnos, y a los que también lo hicieron pero lo grabado con ellos no se pudo usar, como el popular Maño Negrete, quien se pegó una actuación del carajo en la tienda de la 35 con 9.

Gracias al excelso guitarrista sahagunense, gran amigo, Juan Miguel Martínez Bula, por secundarme siempre en mis proyectos musicales, por entender mi música y adornarla con arreglos exquisitos.

Gracias a Katy Morales por sus voces y coros.

En fin, mi primer video serio, dizque como cantautor. Espero que no lo vea un jurado ilustre y engreído que tuve recientemente por ahí, que denigró de mis cualidades como intérprete. Este tipo nada sabe de calles y bohemias. No se trata de ser cantante. Se trata de que hay obras tan nuestras que el sello personal es ineludible.

Si les gusta, compártanlo, ayúdenlo a viajar.

Se vienen más canciones de este estilo, como “Música”, “En desconcierto”, “Pobre quimera” y otras que están en proceso de ser grabadas también por mí, “a mi manera”. Con que suenen un poco por aquí me conformo. Ese “otro oído” (al que se refiere la cancionista costarricense María Pretiz en su canción “El día que me quieras”) sé que existe. Hay más extraterrestres de los que uno cree.

Un abrazo para todos, y felices fiestas.

FRANCISCO BURGOS ARANGO (FBA)