DÍAS DIFÍCILES…

Me va a tocar abrir otra sección: una sobre salud y enfermedad. Complicado tener en este momento entre mis lecturas el diario de Ribeyro, un libro tan poderosamente triste. Pero bueno, avanzando en sus páginas finales me encuentro con un alentador fragmento: “Todavía creo en la existencia de la zona en la cual nuestra voluntad tiene cierto poder sobre toda forma de amenaza. Estoy bien, me siento perfectamente, puedo seguir adelante”. Es la “zona del milagro”, dice Ribeyro, “el asunto está en poder localizar el punto de convergencia, en el cual el proceso biológico se cruza con otros factores que pueden influir sobre él y determinar su curso”.

Es lo que intento mientras pienso en EL MUSICANTE de hoy: en que el show debe continuar.

Turno para un ensayo. VOLVIÓ EL FESTIVAL, canción en ritmo de paseo que presenté en el 27° Festival Sabanero de Acordeoneros y Compositores “Daniel Vergara Méndez” de Sahagún-Córdoba (abril 20 al 22 de 2018), obteniendo el Segundo Puesto. El audio es de uno de los ensayos con solo acordeón, guitarra y voces, grabado desde un celular, de un tirón. Canta Darcy Castro, Juan Carlos Carrascal en el acordeón y Juan Miguel Martínez Bula en la guitarra. Coadyuva en voces este servidor. La potente, afinada y melodiosa voz de Darcy en las distintas rondas del concurso se robó todos los aplausos. Sentimiento y entrega inolvidables. En EL MUSICANTE tendremos otra vez su voz y su talento en mi canción “Grito de soledad” (en proceso de grabación).

Años sin realizarse –por distintos motivos– este evento que retomó, por fin, en 2018, su nombre original. En versiones anteriores se le había cambiado el nombre por el de “Princesa Barají”, primando en ellas el poder político y económico de la región. Ganaban quienes designaran los dueños del balón. Desde un mes antes se sabía. Recuerdo que, en junio de 2013, concursé en la última versión del “Princesa Barají” (la XXVI) con el paseo “Lo que tengo para ti”. En zona VIP, en primera fila, estaban los duros de la política local, los que decidían el cuento, y no nos tembló la voz para cantarlo claro y contundente: “Yo te ruego buen compositor / no te prestes para cosas malas / de qué vale ganar si tú ganas / corrompiendo la fe y el amor, / te lo dice un cantor del Sinú / que compone a destiempo y no acude / a sabores demasiado dulces / ni a la simple bondad del azul”. Fuimos esa vez finalistas (tercera final consecutiva), pero obviamente nos quedamos sin podio. Y sin azules.

Con menos fasto e influencias nocivas, en 2018 se revivió el viejo festival, fundado en 1978 en memoria del músico Daniel Vergara Méndez, asesinado en plena juventud.

Ahí estuvo mi canto para celebrar, a mi manera, el renacer del festival de Sahagún. Su letra lo explica mejor.

VOLVIÓ EL FESTIVAL (paseo)

1

Qué bonitas se ven estas calles

qué alegría, volvió el festival,

huele a verso, a parranda, a paisajes

de sabanas que quieren llorar;

aún recuerdo, son varias finales

y hoy mi lira no podía faltar,

me persigno y pase lo que pase

dejo un canto que es universal.


Soy pueblo, soy pasión, soy esperanza

enciendo el corazón del que me escucha,

no culpen al dolor, es mi guitarra

que suele revivir lo que le gusta.


Ay mi Sahagún…

tú me tienes presente / tú valoras el Arte

tú me sabes querer,

yo te entrego mi muerte / esta vida que arde

este sueño de ayer, este sueño de ayer

no permitas que el viento

de un olvido funesto / te condene a callar…

otra vez lo que fuiste / lo que eres: ¡Cultura!

el más grande furor,

la canción que resiste / el poema que suda

en tu más triste flor, en tu más triste flor,

donde escribo contento

con triunfal sentimiento

que volvió el festival;

volvió el festival

volvió el festival,

volvió el festival

volvió el festival.


Soy pueblo, soy pasión, soy esperanza

enciendo el corazón del que me escucha,

no culpen al dolor, es mi guitarra

que suele revivir lo que le gusta.


2

Miro al cielo, se nota orgulloso

impresiona su fiel sonreír,

veo a mi madre, a mi padre dichosos

ya murieron, rodean mi sentir;

ay Sabana regálame un gozo

río Sinú no me dejes morir

sin que el alma vibrante en tu lloro  

me depare un instante feliz.


Soy pueblo, soy pasión, soy esperanza

enciendo el corazón del que me escucha,

no culpen al dolor, es mi guitarra

que suele revivir lo que le gusta.


Y tú, Sahagún…

nunca olvides mi nombre / el amor que te he dado

la poesía que sembré,

y tampoco a tus pobres / que son muchos, y aclaro:

dan riqueza a tu piel, dan riqueza a tu piel

no permitas de nuevo

que un aciago progreso / te silencie el cantar…

vale más lo que fuiste / lo que eres: ¡Cultura!

el más grande furor,

la canción que resiste / el poema que suda

en tu más triste flor, en tu más triste flor,

aquí abunda el talento

¡celebremos!, ¡gritemos!

pues volvió el festival;

volvió el festival

volvió el festival,

volvió el festival

volvió el festival.


Soy pueblo, soy pasión, soy esperanza

enciendo el corazón del que me escucha,

no culpen al dolor, es mi guitarra

que suele revivir lo que le gusta.


¡Soy pueblo, soy pasión, soy esperanza!


FRANCISCO BURGOS ARANGO (FBA)

Audio de “Volvió el festival” (ensayo):



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