LUIS CERNUDA

(21 de septiembre de 1902 – 5 de noviembre de 1963)

Nadie se salva de estas dos certezas invaluables: una te trae al mundo, la otra te despide. Solo en la segunda se podría tal vez incidir, en el supuesto de que no sea ello, en todo caso, el cumplimiento de algo también trazado de antemano. Aunque la primera hubiera podido difuminarse en feliz incertidumbre y la fecha de vencimiento no la percibamos tan tétrica y precisa.   

Día para recordar…

“Llega un momento en la vida cuando el tiempo nos alcanza. (No sé si expreso esto bien.) Quiero decir que a partir de tal edad nos vemos sujetos al tiempo y obligados a contar con él, como si alguna colérica visión con espada centelleante nos arrojara del paraíso primero, donde todo hombre una vez ha vivido libre del aguijón de la muerte. ¡Años de niñez en que el tiempo no existe! Un día, unas horas son entonces cifra de la eternidad. ¿Cuántos siglos caben en las horas de un niño?”. Fragmento de “El tiempo”, OCNOS, Luis Cernuda.

Cincuenta y siete años de muerto, pero más vigente que nunca.

Escucho otra vez a Zweig hablando de Balzac: “… se siente que ha reconocido lo esencial de su tarea: no seguir desperdiciando el tiempo con niñerías edulcoradas y sentimentales, sino producir obras maestras serias, grandes…”.

El Tiempo… bella flor repleta de suspiros.

FBA

 

Comentarios